Libros quemados en 2022 (II)
SEÑORA STOCKMANN.— Thomas, tu hermano tiene el poder.
DOCTOR STOCKMANN.— Pero yo tengo la razón.
SEÑORA STOCKMANN.— ¿Y de qué te sirve la razón si no tienes el poder?
Un enemigo del pueblo – Henrik Ibsen
John padre cogió en brazos al pequeño Johnny y lo subió a la repisa de la chimenea del salón, abrió los brazos y le dijo que saltara: —Yo te cojo. Encantado y con una sonrisa, el niño se arrojó desde la repisa, pero entonces su padre bajó los brazos y el pequeño Johnny se estrelló de cara contra el suelo. Aturdido, lastimado y sangrando por la boca, porque uno de los dientes delanteros se le había clavado en el labio, Chon aprendió la lección que su padre había querido darle sobre la confianza: No confíes. Nunca. En nadie.
Salvajes – Don Winslow
En relación con la educación de los hijos, pienso que se les debe enseñar, no las pequeñas virtudes, sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia respecto al dinero; no la prudencia, sino el valor y el desprecio del peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor a la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo del éxito, sino el deseo de ser y de saber
Las pequeñas virtudes – Natalia Ginzburg
La idea de nación que yo me hago coincide con la de los liberales de los siglos XIX y XX, que no incluía ni xenofobias ni excesivos proteccionismos, y sí la idea de mejorar el patrimonio a fin de dejar una mejor herencia a las generaciones futuras
Xavier Domingo – El vino trago a trago
Asía la botella con prudente firmeza, como si fuera una granada. El resto del día le pertenecía. Sus pensamientos se entrecruzaban con la imagen del Johnny Walker y presentía el éxtasis y el peligro. Mañana o pasado mañana, o quizá tras una semana de largas, cuando mi mujer se entere de la tragedia, quedaremos presos en una mazmorra de neurosis. Por tanto, afirmaba Bird ante la voz aprensiva que burbujeaba en su interior, tengo todo el derecho a gozar de una botella de whisky y de unas horas de esparcimiento.
Una cuestión personal – Kenzaburō Ōe
Tengo en mi memoria la imagen de los maestros que me enseñaron que el progreso humano existe sólo por una razón: porque hay hombres que creen que el sufrimiento y el esfuerzo ofrecen a las sociedades civilizadas un horizonte esperanzado de vida y un digno sentido histórico […] El día en que ya no creamos en el valor redentor de nuestras obras y de nuestro trabajo dejará de existir el progreso, y -lo que es más grave- la Tierra será un cementerio.
La hispanibundia – Mauricio Wiesenthal
Para ver las citas literarias de años pasados:
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