Archivo
Birdman en la Gran Vía
.
Podría fotografiar el clásico anuncio de Tío Pepe tapando una fachada llena de Sol, podría perderme en cualquier calle ancha de Madrid, como casi todas las vías estarán llenas de coches y edificios sin mucho colorido pero el justo para impresionarme y hacerme el día feliz. Pienso que somos lo que nos rodea, lo que ingerimos, lo que imaginamos pero sobre todo somos lo que andamos descalzos por La Gran Vía. Algunos bohemios paseamos por Madrid con gorro y pañuelo y el humo de un puro entre los labios, entre amigos y abrazados a libros amarillentos para creernos aquellos poetas rotos que perdieron el 98 y otros si me apuras sus vidas en el 14 y en el 27. Decía uno de ellos «los pueblos son libros. Las ciudades periódicos mentirosos», «todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa» cómo pasó aquella época que tanto recuerdas.La arquitectura moderna es una escultura a la ciencia y un guiño al arte figurado de que el cielo acapara titulares. La Gran Vía es de los pocos puntos donde explota la ciencia con el arte hasta convertirse en un epicentro de alguna Movida que nunca estuve. Un edificio bonito te hace querer introducirte dentro de él, pocas cosas nos hacen querer lanzarnos al vacío y volar: quizás los libros de poesía de los malditos, las mujeres imposibles de las películas de Billy Wilder y las bicicletas robadas de Juan Antonio Bardem. Por eso, quiero acabar volando por las calles desteñidas de Madrid disfrazado de Birdman cuando volaba por La Gran Manzana y saludar a los niños mientras miran atónitos a un pájaro grande y azul desplegar sus alas.Podría haber fotografiado a la antigua Avenida del Generalísimo de infinitas perspectivas, poliédricamente perfectas, tengo instantáneas sin ver de esta arteria llena de postales y gentes sin rostro pero solo con los sueños se inmortalizan leyendas. Estoy decidido a no seleccionar ninguna fotografía y pasear esta noche por la 5ª Avenida de Madrid, nada más para que juguemos con la imaginación de cada 5 de enero.Hoy, me he subido a las azoteas para gritar al vacío y pintar con estas palabras como hacía Antonio López al Edificio Capitol y al Hotel La Prensa. Este mediodía he comido en el Restaurante del Corte Inglés mientras observaba cada movimiento de luces «titiritando» en mi interior como si el alma al aire me hablase. Allí me he sentido el Rey David en la montaña mientras miraba absorto y a lo lejos mis tropas luchar contra los filisteos, «más velocidad gritaban mis generales» a la hora de atacar tropas en vehículos metálicos. Durante un rato he contemplado como miles de madrileños se ganan la vida y otros muchos disfrutan a cada paso de la noche mientras observan en los reflejos de un escaparate a unas sombras que quizás eran Quijote convenciendo a Sancho de su próximo viaje a Nuevos Mundos. Pienso en coger una moto y pasear por esta pasarela invisible que sube al cielo entre la Diosa Cibeles y una Plaza de diecisiete Españas.Sé que cada edificio es un monumento a las películas de Alex de la Iglesia y es un día ganado a la bestia del tiempo. Un lugar donde el bandido y el inocente tropiezan por casualidad en el mismo espacio, donde la prostituta y la monja se guiñan a los ojos, donde el turista y el madrileño caminan de la mano, donde el empresario y el trabajador hacen buenos negocios, donde el fotógrafo y el escritor muestran su mejor fotografía en un capítulo lleno de poesías. Todos ellos alguna vez se han hecho una instantánea con los heavies de la Gran Vía, todos ellos caminaron en busca de cines y teatros e invisibles tiendas de discos que algún día fueron templos de la música.Esta vez he decidido mirar los toros desde el tendido 7, sin soltar el puro pasado ese que me amenaza al mareo, por eso quizá estoy escuchando a Sabina mientras cruzo un paso de cebra y me coloco el cuello de la camisa y leo entre silbidos y muchachas a Paco Umbral sobre su libro, del infierno al ruido del colapso del humo. Estoy sintiendo un frío seco que se adentra en la arteria aorta de mi corazón, un «tic tac» que me busca con el paso del tiempo; se avecinan cambios en Madrid. Me siento un gato en busca de nuevos tejados me siento oso en busca de un madroño me siento parte de una época gloriosa donde la Gran Vía era un paseo de místicos en busca de héroes desconocidos..
Notas perdidas por Perú (I)
Machu Picchu, 30 diciembre del 2017, Grouchoo
Viajé por Perú los últimos días del 2017 con mi mejor compañera, mi cámara de fotos y el famoso libro La ciudad perdida de los Incas de Hiram Bingham y me encantó. Yo ya tenía una idea preconcebida del país de los incas, chachapoyas, paracas, etc. y era que se parecía al resto de países andinos: la orografía, el idioma, la comida y la historia son similares en toda la Comunidad Andina, sin embargo existen más diferencias de las que pensaba. Lo que fue Tahuantinsuyo ofrece una historia, cultura y épica que recuerdan a las antiguas leyendas griegas más que a las historias contadas por los guionistas de hollywood.
No se por qué pero desde pequeño siempre quise viajar por Latinoamérica en moto y releer los libros viejos subrayados de la asignatura de Historia de la editorial Vicens Vives que estudiaba en el C.P. Dulcinea intercalándose con los Diarios del Che Guevara y los libros del boom latinoamericano. Esta vez, utilicé en forma de diario las notas de mi iphone6 plus para escribir las mejores anécdotas que iban pasando por mi cabeza mientras viajaba en avión, tren y carretera entre Lima, Arequipa y Cusco. Además tuve la osadía de grabar con el audio del móvil las explicaciones de algunos guías de Free Walking Tour que te cobraban sólo la voluntad por enseñarte y explicarte los lugares más típicos de las ciudades que visitaba.
Al llegar de nuevo a Quitó decidí darme unos días de descanso para interiorizar tantas experiencias y cultura vividas. Al cabo de una semana he conseguido exponer algunas ideas sin ordenar que me vinieron a la mente en aquel periodo de búsqueda interior y fiesta del descubrimiento.
- La historia de Perú parece complicada y muy diferenciada, se nota que fue un imperio venido a menos, que se rompió en mil pedazos por culpa de la mala cabeza de aquellos conquistadores, reyes y cristianos españoles, contra los incas, sacerdotes, soldados y el pueblo ya que fueron demasiado inocentes y no supieron cuantificar la vileza del invasor. Después de 1821 a la república parece que las cosas tampoco le han ido muy bien, todavía se habla con amargura sobre la época de las guerrillas, inseguridad, corrupción y falta de organización, seguramente estos mismos temas se repiten desde hace siglos en un circulo vicioso que frena el desarrollo y la equidad.
- Estos últimos años no han tenido héroes a los que escribir, ni una justificación por las que cerrar las viejas heridas históricas que nunca acaban de cicatrizar. Por ejemplo, en cada Plazas de Armas que visitamos estaban manifestándose en contra del indulto de Fujimori y de la corrupción de los gobiernos. Por esto y por más motivos buscan en la Historia y en los incas y otras civilizaciones precolombinas aquella idealización de algo que quizás nunca existió pero añoran.
- La historia que me explicaron en el colegio sobre el descubrimiento de América varía bastante de la realidad que percibí al llegar a Perú (más Perú que Ecuador). Algunos peruanos sienten que se les robó y se les machacó, aunque no tratan mal al europeo y al turista consideran que esté les maltrató impunemente y algunas versiones de la historia se merece volver a ser revisada. Puede ser que por este motivo y por otros, los incaicos sean más nacionalistas que el resto de ciudadanos de países latinoamericanos. La Historia de los pueblos siempre tienen luces y sombras, para este antiguo imperio parece una especie de maldición la llegada de Pizarro y sus tropas como bien explicaba Carlos Fuentes en El espejo enterrado, pero la historia se puede reescribir pero al fin y al cabo es la que es, sólo se puede cambiar el presente y el futuro para que no se vuelvan a repetir hechos tan crueles.
- Los españoles, portugueses e ingleses arrasaron en pueblos de América, sobre todo en las islas del caribe y el sur del continente ya que exterminaron a los autóctonos y oriundos. En Perú por suerte hubo una mezcla muy fuerte de culturas y razas que han logrado convivir apaciblemente aunque todavía se ve una desigualdad brutal entre el rico que suele ser blanco y el pobre que suele ser el indígena o mulato. No hay que olvidar que la mayoría de los libertadores americanos fueron hijos de caciques españoles y europeos educados o inspirados en y por Europa, y muchas veces las rebeliones no fueron por causas tan nobles como se cuentan.
- Hay que tener cuidado con las explicaciones de los guías ya que cada uno te cuenta una historia diferente sobre los hechos y las cosas, en general son ideas muy resumidas, preconcebidas y parecidas pero en particular cada uno da una versión diferente de los hechos, no todo es negro ni todo es blanco. Uno descubre según profundiza y lee a los cronistas, historiadores y otras fuentes bibliográficas que donde había un templo resulta que estaba el palacio del inca o las hijas del sol, donde se lucha por mantener las tradiciones están se utilizan como reclamo turístico y sacar dinero, más que como costumbre para preservar la identidad de un pueblo. Donde se respetaba a la naturaleza se daban niñas como ofrendas a los dioses para que no hubiera más desastres naturales.
- En Perú existe mucha inversión y cultura asiática, Fujimori la reforzó con los TLC, por ejemplo están las marcas de autos como Hyundai, Haval, Faw, MG, BAIC, etc. Además, vi el instituto Confuncio y colegios de la comunidad nikkei por el centro de Lima y Arequipa. Muchos peruanos conservan los rasgos físicos de sus ancestros chinos o japoneses, esa mezcla y los carteles de las tiendas escritos en chino o japonés parece a veces que estés en Asia en vez de un lugar profundo de América.
- Hay bastantes empresas de inversión española pero no me crucé con muchos europeos viviendo ni viajando por Lima, Arequipa y Cuzco. Quizás sea porque las temporadas de turismo alto son de junio a octubre, quizás porque muchos volvieron a España por Navidad, quizás porque sólo estuve unos días y no me dio tiempo a hacer lazos con la comunidad extranjera. Me hubiera gustado haber entrado a una universidad o asociación española y haberles entrevistado para ver su visión sobe ciertas cosas.
- Nunca en mi vida me crucé con una manada de perros tan numerosa como la que vi en las calles de Cuzco, los canes vagaban por las carreteras, caminos y aceras en busca de comida y calor. En Jipijapa, Ecuador había manadas de 5 a 15 perros, en Cusco esta se multiplicaba por dos o por tres llenando las veredas. Parecían lobos callejeros sobreviviendo en una ciudad injusta, algunos de ellos estaban desnutridos, enfermos y heridos, caminaban desorientados con mucosidad en los ojos y llenos de pulgas. Curiosamente le di de comer a dos de ellos y no comieron delante mía pero no creo que esto sea lo común. Los más perdidos o cansados acaban tumbados en cualquier calle céntrica y concurrida mientras pasan rozándoles los vehículos o viandantes con sus cámaras de fotos y sus guías turísticos, estos podrían estar enfermos e incluso muertos pero sin embargo parecen parte del paisaje turístico de los dioses soles. Latinoamérica debería cuidar de los animales como bien explica en sus objetivos el Buen Vivir y la Economía Popular y Solidaria.
Mi primer nuevo viaje. Tailandia. Día-1.Planificación VS logística
La logística nunca fue mi fuerte, me gusta mas planificar sobre el papel. Eso, planificar, si que se me da bien. Idea sobre idea, palabra sobre palabra , historia sobre historia…
Por eso, desde mañana, os contaré la mía. No será ni mejor ni mas interesante que la tuya. Simplemente será mi historia.
Todo lo que nace con intensidad, deja atrás una muerte tenue… Y mis plantas son ahora las que sufren esa condena.
133. Metro de Nueva York
134. Nueva York desde el cielo
Fotos dedicadas a mi amigo Javier Cañones
Felicidad entre las llamas
No sabemos lo qué buscamos, ni quiénes somos ni cómo vinimos ni dónde vamos, no nos importan las formas, ni si somos educados, nosotros somos no nos importa si nos dejan ser, no creemos en la suerte ni tampoco en el destino ni en salvadores, no buscamos dinero y mucho menos la gloria. Discutimos de poesía y si hace falta nos pegamos por cada sílabo, no nos consideramos imprescindibles, ni somos seguidores de ningún club, asociación y partido político sólo seguimos la belleza de vivir el por qué no lo sabemos. No somos eruditos, decimos palabrotas, y si nos emocionamos nos abrazamos en público y cuando meamos apuntamos a la punta de los zapatos, no nos gustan las multitudes, ni las banderas, no queremos ganar ninguna guerra pero si tenemos el día bueno ganamos la batalla más perdida. Nunca pedimos explicaciones para volver al pasado, sabemos que no elegimos las mejores opciones pero no nos importa perder … quizá todo esto sea porque creemos en la magia de ser auténticos, de ser nosotros mismos, mientras nos emborrachamos mientras bailamos entre el humo del polvo y las chispas de lo que serán cenizas, como siluetas salvajes saltando entre la luz del sol y una luna en llamas.
Dedicado a mi amiga Ana de Zaragoza
.
133. Calles de Nueva York (noche)
132. Calles de Nueva York (día)
Caminé por la noche, pasé frío y me mojé de felicidad, fotografíe y soñé que veía a las estrellas de hollywood en blanco y negro caminando por Radio City o Broadway mientras yo paseaba en limusina, observé como niño las lucecitas de colores que se reflejaban en los charcos convertidos en espejos. Por eso volvería a poner mis oxidados huesos en Manhattan, sí, en esa manzana del mundo capitalista para darla un buen mordisco, ese crujido que por la noche no te deja dormir y te lleva al futuro. Al fin comprendí que no somos nada, que todo nos lo podemos jugar a los dados con la excusa de ver girar el mundo, para seguir gastando dinero en esa ruleta que nunca deja de dar vueltas. ¿Por qué todo está concentrado en Manhattan? ¿por qué quiero pensar que esto fue un viaje al futuro?
Eran demasiadas cosas para comprender en tan poco tiempo, demasiadas fotografías incrustadas en la retina, al fin y al cabo Dios hizo Nueva York y el resto del mundo, la prueba está en las alturas, dónde no ves el final.
131. Nueva York: el sueño americano… pero para los que están arriba.
132. Calles de Nueva York (día)
Otras entradas de Nueva York:
131. Nueva York: el sueño americano… pero para los de arriba.
131. Nueva York: el sueño americano… pero para los que están arriba

3. Persona durmiendo en la estación de metro del aeropuerto J.F.K de N.Y. 1 enero del 2015 a las 5:05 de la madrugada

12. Personas en una estación de metro de Manhattan, N.Y. Diciembre del 2014. a las 2 de la madrugada

14. Personas en el metro durmiendo, yendo al aeropuerto J.F.K, N.Y, 1 enero del 2015 sobre las 4:30 de la madrugada
Quizás el drama de hoy en Nueva York sea la inhumanidad de un sitio con millones de humanos, la obesidad de algunos de sus habitantes, el miedo a un ataque terrorista que tiene a miles de policías en alerta máxima y la pobreza en aumento. Sin embargo a pesar de todo esto, no sabía que en la misma Manhattan hay cientos de vagabundos que están por los metros malviviendo, estos son casi invisibles a los ojos de los miles de turistas que como yo desconocíamos este problema, los propios «neoyorkinos» parecen ya estar muy acostumbrados, porque nadie les mira, nadie se asusta, nadie parece prestarles más atención que el tener cuidado de no pisarles, es como si el sueño americano les hubiera golpeado y hundido con toda sus fuerzas, estos no son peligrosos, no se meten con nadie y muchos de ellos te dejan tomarles fotografías. En N.Y. en diciembre hace -4º centígrados, hiela por la noche y parece como si se les hubieran helado todas las buenas ideas. Estas fotos parecen hablar de otra época diferente a la de ahora, la del crac del 29, la crisis del petróleo del 1973 y 1979 o la de otros siglos pasados con sus crisis de oferta y no de demanda. Dicen que uno muere cuando le abandonan sus sueños no cuando se le para el corazón, espero que a estas personas no les abandonen los suyos, lo único que les queda es dormir y soñar tranquilamente en el calor del subsuelo, mientras otros pasan deprisa como si la vida pasase más rápido de lo que ellos quisieran. Me resultó curioso que estas personas que viven en el subsuelo no pidiesen, y se mezclaran con el resto de viajeros. A pesar de la dureza de las fotos sí es Manhattan, sí es Nueva York, sí es la ciudad tan maravillosa que vemos en la películas de Billy Wilder, como dice el periodista y escritor Enric Gonzalez “El urbanismo de Nueva York se forjó con un patrón medieval: millonarios y mendigos convivían en un palmo cuadrado. Eso creó una civilización interesante. Las urbanizaciones de casas iguales para gente igual que piensa igual generan ignorancia y paranoia, los dos males contemporáneos de Estados Unidos.” Parece increíble que las fotos sí estén hechas en la ciudad que construyó los primeros rascacielos del mundo, la que maravilló a medio mundo con su crecimiento exponencial a partir de la I Guerra Mundial, la que hizo a muchos emprendedores millonarias como las familias Astor, Morgan y Rockefeller. Lo que sí percibí es que se merece estar entre las ciudades más cosmopolitas del mundo y con más atractivo cultural. Puede que estas personas que duermen en invierno en el «subway» hayan visto otra ciudad a la que nosotros visitamos, quizá todo esto fue lo que yo sólo vi en esos ocho días de idas y venidas por la capital del mundo occidental, no pude resistirme a no tomar fotografías de lo que más me impactaba, quizás todo esto fuera para que mi conciencia se tranquilizara mientras iba de tiendas o de fiesta. «Happy new year» me dijo el del sombrero de la fotografía 11.
Últimos comentarios