Inicio > DUDAS > El amor

El amor

Ella no tenía ganas de emparejarse y él tuvo que utilizar todos sus recursos. Por aquel entonces era un tipo de labia proverbial, de esos que caen bien a la primera, caballeroso, resultón, ingenioso y tenaz. Estuvieron jugueteando durante unas semanas alocadas, llenas de mensajitos y de copas, de cenas y de estrellas. Él no terminaba de entender por qué, pero sentía que algo en ella resistía, que no cerraba la conquista y a punto estuvo de abandonar.

Fue un domingo de sol en una carretera secundaria, tras varios kilómetros sin conversación, envueltos sólo en música y pensamientos. Te quiero, dijo ella, y él tiró del freno de mano en un acto reflejo, y ya el coche chirriaba hasta pararse en una carretera desierta.

Después todo fue muy deprisa. Se fueron a vivir juntos, se hipotecaron en los bancos y en los altares, empezaron a gritarse y a reprocharse las subidas del Euribor, los dolores de cabeza, la cola de paro, las lágrimas de la cena. Se perdieron el respeto pero es probable que aún se quieran. Y ahí siguen, pasando las semanas a trancas y barrancas.

Les quedan cincuenta y dos años de vida, según las últimas estadísticas.

Categorías: DUDAS Etiquetas: , , , , ,
  1. abril 2, 2008 a las 11:14 am

    Yo creo que si se pierde el respeto, se pierde todo.

  2. abril 2, 2008 a las 12:17 pm

    Que bella historia de amor, con final rutinario y monónotono. Pérdida de esperanza, de sueños rotos, de estrellas que ya no iluminan la mirada de ambos…
    Aún así donde hay vida aún queda ilusión, búsqueda desenfrenada de amor…
    Míremos al cielo, no nos hipotequemos en vidas vacias que no conducen a nada, soñemos despiertos y pensemos dormidos porque es la única manera de sobrevivir.

  3. abril 2, 2008 a las 4:44 pm

    Me ha gustado la historia mucho, está contada con tremenda clarividencia de la sociedad española, parece como si fueran fotografías que van pasando con cada frase, con cada palabra, con cada coma. Eso de «un domingo de sol de una carretera secundaria, … y ya el coche chirriaba hasta pararse en una carretera desierta» me ha llegado al alma, frase mortal para muchos, quizá que el texto es un cuadro.
    Cuando faltan pelas en una relación piensio que todo se desata más deprisa y con más furia, pero creo que hay que aprender de las malas situaciones porque del fondo del alma salen las mejores cosas. Yo apoyo a Vaca, muchas veces te pierdes el respeto pero quizá que el amor pueda romper todas las cadenas.
    De diez Dani, como Maradona.

  4. abril 3, 2008 a las 8:38 am

    Una sencilla historia que de sencilla es muy buena, pues acaba no siendo tan sencilla. La moraleja final es que aquello que les mantiene unidos es justo aquello que los separa. Es decir las hipotecas, las letras, todos esos compromisos que acaban adquiriendo demasiada relevancia frente al compromiso verdadero de una pareja, el amor. Este relato muestra la radiografía de una pareja actual destrozada por la modernidad.
    Para mí no hay esperanza, es una pareja rota pero unida los siguientes 52 años por letras de cambio.

  5. abril 3, 2008 a las 12:33 pm

    Jarttita.: ¿Sabes por qué se perdieron el respeto? Porque se quieren posesivamente, creen que el otro es de su propiedad. En vez de una persona ven una posesión, una cosa.
    Vaca.: Vale, pero justo por lo que dices creo que aún hay esperanza en esta relación. Esperanza de que termine, claro, y vuelvan a estar a tiempo de todo.
    Grouchoo: Pues la idea del frenazo me pareció muy gráfica, es el frenzo de la relación, el fin de los días locos. El principio del matrimonio.
    Child: «En cuanto vendamos el piso me separo», piensa él, pero dice el telediario que lo tiene chungo…

  6. abril 3, 2008 a las 5:26 pm

    Pero querer poseer no es amar. Es como si compras una moto o un jarrón chino. Querer es dar libertad.
    Aunque también es cierto que cada uno quiere como puede, o como sabe.

  7. abril 3, 2008 a las 6:11 pm

    Todo es contraproducente Jartita, si por ejemplo amas mucho una cosa puedes volverte un por ella y defenderla a muerte. A veces me da miedo la gente que quiere posser cosas pero la gente que no quiere tener nada es como que están vacias. Creo que el talento está en el punto medio.

  8. abril 3, 2008 a las 6:23 pm

    En eso tienes razón Grouchoo, la gente que no tiene sangre en las venas, que todo le da igual, asusta. Tampoco quiero que me quieran así.

  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario